Pensión por invalidez de Malasia

Según el censo realizado en 2015 por el Departamento de Estadística de Malasia, en ese momento vivían en el país 359.203 personas con discapacidad. A fin de brindar una ayuda económica básica a este grupo vulnerable, el Gobierno de Malasia introdujo la pensión por invalidez, cuya administración corre a cargo de la Organización de la Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Recursos Humanos.

La pensión por invalidez de Malasia consiste en una transferencia mensual de seguros sociales para las personas que tienen una discapacidad permanente. Las contribuciones se calculan aplicando un porcentaje del 2,25 % al salario de los empleados, de modo que el 1,75 % corre a cargo del empleador y el 0,5 % es sufragado por el empleado.  Para poder optar a la prestación, los afiliados deben haber perdido al menos un tercio de su capacidad laboral a causa de la discapacidad, incluidas las causadas por enfermedades crónicas, como los fallos renales, los ataques cardíacos, el cáncer o las enfermedades mentales. Los solicitantes deben ser menores de 60 años y estar en posesión de un certificado de discapacidad expedido por profesionales sanitarios y aprobado por el Estado. El pago mensual se ajusta a la cuantía de la pensión nacional, fijada en 475 ringgit (o 109 dólares), y se revisa periódicamente en función del costo de vida. La pensión se paga a lo largo de toda la discapacidad. En caso de fallecimiento del empleado, las pensiones por invalidez se transfieren a los correspondientes dependientes. 

La pensión por invalidez de Malasia se complementa con otros sistemas, incluida una prestación contributiva por discapacidad permanente para las personas con discapacidad parcial, lo que demuestra el firme compromiso del país de proteger los derechos de las personas con discapacidad. Si bien la pensión por invalidez brinda una buena cobertura a los solicitantes, el sistema podría ampliarse para abarcar las prestaciones para las personas dependientes. No obstante, sistemas como este contribuyen de forma fundamental a la construcción de un piso nacional de protección social en Malasia que tenga en cuenta a las personas con discapacidad. En 2016, la cobertura se amplió a los trabajadores independientes y por cuenta propia, los trabajadores del sector informal, los empresarios y las profesiones liberales.

 

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